La historia de Café Río


La historia de Café Río comienza antes de que Estados Unidos anexara gran parte del territorio mexicano a sus fronteras. Meses después de la Independencia de México en 1816, Antonio Hidalgo, un hacendado mestizo del Norte de California adicto al café y pionero en la importación, cultivo, producción y comercialización del mismo en México, abre un pequeño negocio en lo que ahora se conoce como el Estado de Sacramento en Estados Unidos, en donde la bebida de casa era su exquisito café.



Don Luis Hidalgo, padre de Antonio, fue el principal proveedor del café que los inmigrantes franceses introdujeron a México, Centro y Sudamérica en el Siglo XVIII. 


Antonio Hidalgo estableció su restaurante en Sacramento, debido a su pasión por la naturaleza y disfrutaba mucho del contacto que tenía con los nativos norteamericanos, con los cuales convivía en su día a día. El restaurante se encontraba en las faldas de un río, protegido por inmensas montañas que eran el paso diario de buscadores de oro y fortuna.

Los viajantes disfrutaban de la tranquilidad que aquel establecimiento les brindaba, su café acompañado de una deliciosa comida, la cual su esposa personalmente preparaba, otorgaba a los aventureros la paz y quietud necesaria para reponer las fuerzas que dichos viajeros necesitaban.


En sus múltiples travesías al Puerto de Veracruz Antonio se enamoró de la región, pero la inestabilidad  política y financiera de México, aunado a los crecientes conflictos con Estados Unidos, le impidió mudarse al lugar que lo había cautivado por muchos años, quedando únicamente como anécdota familiar, aquel lejano lugar del país que vio nacer a sus antepasados.


Es así como dos siglos después, los familiares de Antonio Hidalgo, deciden replicar en el país de sus antepasados, la experiencia que la unión entre el café, la naturaleza el trabajo y una inmensa pasión por sus raíces, brinda a todos aquellos que aún la disfrutan en aquel viejo paraje de Estados Unidos.




Comments

  1. La tranquilidad que el café le puede dar a un viajero es un excelente fundamento para una marca. Es un oasis en medio del camino. Felicidades por el concepto, compañero.

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